Bienvenidos los cambios

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Este blog es mi espacio personal. Más que un sitio de recetas es un lugar donde puedo verter lo que día a día estoy viviendo, sabiendo que la experiencia, los aciertos y los errores dentro de este proceso, pueden ser de utilidad para alguien más del otro lado del planeta.  No soy ni pretendo hacerla de nutrióloga; soy una persona como tú que está descubriendo el verdadero sentido que tienen los cambios.  Una enfermedad te cambia la vida. ¿Para bien ó para mal?  He aquí el dilema.

El cambio es una llamada inesperada, la mayoría de las veces inevitable, ineludible . Mi respuesta es lo que determina la dirección que tomarán mis pasos. No se trata de «desear que me vaya bien» ó de «que sea lo que Dios quiera»; se trata de lo que yo quiero y de lo que yo elijo. 

Indistintamente de que seas tú quien recibe un diagnóstico médico ó algún familiar, la sensación inicial se puede resumir en esta palabra: LIMITACIÓN.  Una enfermedad viene a querer coartar tu privilegio de vivir, disfrutar y ver hacia el frente.   Curiosamente,  esto también ocurre frente a otras circunstancias que atravesamos que demandan transición.

Nada a mi alrededor es estático. La dinámica que impera en mi entorno no tiene necesariamente que ser la que  yo adopto.


Cambio es una palabra aterradora para muchos, alentadora para algunos.  Sin embargo, caigo en la cuenta que el meollo del asunto está no en la situación cambiante como en el temor al cambio que se aloja dentro nuestro.


¿Le tienes miedo al cambio? ¿Ó sabes cómo darle la bienvenida?

En nuestro caso, al mismo tiempo que recibimos el diagnóstico de cirrosis hepática de mi marido el año pasado, mi hija mayor recibió el anillo de compromiso para casarse, y mi segunda hija se preparaba para elegir la universidad a la que se iría a estudiar. ¡Todo en un paquete!  Una enfermedad grave + los preparativos para dejar volar a las hijas.

¿Te peleas con los cambios? ¿Ó te dispones a trabajar con ellos en el tiempo y el orden en el que se presentan?

El cambio es una constante en mi vida.  La hija se casó el mes pasado, la pequeña se fue a la universidad en otra ciudad hace unos días; mi comensal favorito y yo continuamos la travesía del monitoreo y atención médica que requiere, sumergidos dentro de esta fase que comúnmente llaman «el nido vacío» ja ja ja 😀 ……  Interesante etapa de aprendizaje la que vivimos. Estas son algunas ideas preliminares que traigo en mente y comparto contigo:

  1. El cambio no me da la bienvenida a mí, sino viceversa.  Soy yo quien elige aceptar y participar en el proceso que éste implica, ó pelearme con las circunstancias.50957377 - beautiful butterfly emerges from a cocoon
  2. El cambio no tiene la apariencia que espero, pero eso no quiere decir que no produzca los resultados que siempre esperé.   Las apariencias engañan.  Hemos comprobado y seguimos comprobando que lo que viene disfrazado de mal, en realidad viene sobrecargado de bien, si tan solo nos disponemos a conocer lo que hemos sido llamados a ser, y a Aquél que tiene la capacidad de hacer esto posible.
  3. El cambio es un aliado y no un contrincante en mi travesía.   Me pueden desafiar, retar, empujar de mi zona de confort,  arrastrar a para ir más allá de mis limitaciones, pero finalmente los cambios llegaron para colaborar en mi crecimiento y trabajar en mi beneficio. ¿Por qué no abrazarlos y darles entrada viendo lo que potencialmente producirán en mí?

 

4 comentarios

  1. Los cambios en la vida se presentan asi, a veces al mismo tiempo, tu eres una mujer con mucha fortaleza que el Señor te ha dado, por eso has logrado sacar a tu esposo adelante de este trance, te felicito Magno me encanta tu pagina y espero pronto verte y escucharte en el grupo de oracion, saludos y bendiciones

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