Después de muchos meses de estudios médicos realizados a mi marido, los doctores concluyeron que la condición de cirrosis hepática en su caso, era resultado de un hígado graso (que nunca manifestó síntomas), y que por cuestiones genéticas y de alimentación, evolucionó hacia un estado cirrótico.
Para nosotros ahora, se convierte en una misión el dar a conocer de qué se trata esta silenciosa enfermedad que jamás conocimos, hasta vernos cara a cara con ella, así como las alternativas disponibles que nos ofrece un cambio en nuestro estilo de vida (y no la realización de una dieta). Curiosamente durante este año nos hemos encontrado con varios familiares, amigos y conocidos que han recibido este mismo diagnóstico.
En este apartado, estoy incluyendo una recopilación de recursos que a lo largo de nuestra travesía, nos han sido de gran utilidad para entender más la problemática, pero también conocer nuestras alternativas:
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