V-a-l-e-n-t-í-a

Cada una de las decisiones que tomamos en la vida requiere de una cuota de valor en mayor o menor grado (y la cocina no es la excepción). La valentía no tiene nada que ver con el enfrentar circunstancias con arrogancia, pretendiendo no escuchar que el temor golpea la puerta a lo lejos; más bien se trata, de tener las agallas de acometer una empresa arriesgada a pesar del peligro que pudiera implicarse y de las voces de la incertidumbre que se dejan oír.

En mi caso particular, la valentía está pasando del hecho de saber cuál es su definición, a la comprensión de su significado en la vida real.

Las oportunidades las tengo a la orden del día y seguimos aprendiendo a anclarnos sobre ella, entendiendo que esta es la única manera de avanzar del punto A al punto B. No hemos llegado lejos, pero puedo estar tranquila porque tengo la seguridad de que estamos dando pasos en el camino correcto.

Al descubrir que el valor no está disponible tan solo para unos cuantos, sino para todo aquél que quiere recibirlo, me he despedido de toda relación con la cobardía.

Intentar estar entre dos aguas te mantendrá dentro de un cuento de nunca acabar. Por esto me aseguro cada día de entrar a la cocina (y a los consultorios médicos) sabiéndome armada de valor, NO porque me siento lista sino porque estoy convencida de que esas agallas, se hacen evidentes cuando elijo disponerme a participar del adiestramiento.

Así que aquí te va otro experimento más, muy nutritivo, fácil y rápido. Esta vez con una hortaliza que no acostumbraba a utilizar, pero que a partir de ahora estaremos integrando para acompañar nuestros platillos.

CALABACINES AL HORNO

Ingredientes:

2 calabacines (calabazas ó zapallos) Calabacín-1