Una de las satisfacciones más grandes que tengo cuando experimento con nuevas recetas, es la de encontrar que podemos comer delicioso sin incluir carne dentro de nuestro menú, y quedar tan complacidos como si la hubiésemos comido. Gradual y estratégicamente, seguimos reduciendo las cantidades de carne que consumimos para dar lugar a más vegetales. 😀 Mi comensal favorito está de acuerdo y abierto a seguir probando opciones como la de esta tarde que nos ha dejado a ambos con muy buen sabor de boca.
Comemos sin pan y no lo extrañamos. El agua fresca con muy poca azúcar y aún sin las hijas en casa, disfrutamos del tiempo de comida como si tuviéramos casa llena. Me encanta que no hay presión en el proceso que vivimos. Por todos lados escuchamos «No comas esto porque es malo», «Deja esto otro porque también es dañino». Recibimos el consejo pero no nos casamos con el estrés. Entendemos que podríamos hacer más si cortáramos «de tajo» con los lácteos, la carne, entre otros, sin embargo, no estamos seguros de la duración y la sostenibilidad de esas decisiones súbitas a largo plazo.
¿Veganos fugaces? ¿Ó una transición a un estilo de vida y alimentación saludable que sea permanente?
Vivir pensando que todo es malo, que todo da cáncer, que todo es negativo te posiciona en un estado de ansiedad total y absolutamente contraproducente para tu salud.
Estamos en una escuela en la que seguimos descubriendo lo que nos conviene y vamos integrando los cambios a nuestro menú y nuestros hábitos, haciendo los ajustes necesarios en COMÚN ACUERDO, respetando el proceso que cada uno vivimos, sin aceptar la participación del temor, la incertidumbre ó el pesimismo.
¡Para nosotros se trata de erradicar costumbres alimenticias de más de 40 años! Pretender volarlas de la noche a la mañana suena atractivo y respetable, sin embargo nosotros no cabemos en ese molde. Estos tortolitos se toman su tiempo. Gozamos de la vida y celebramos el privilegio de poder compartirla juntos. Aquí te va la receta de esta pasta de espinacas con brócoli que comimos esta tarde con una riquísima ensalada:
RECETA DE FETTUCCINE CON BROCOLI
Ingredientes:
- 500 gr de pasta fettuccine de espinaca y alcachofas.
- 1 cabeza de brócoli picada en trozos pequeños.
- 3/4 taza de almendras crudas y peladas
- 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- 4 dientes de ajo
- 3 cucharadas de mantequilla ó ghee (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Queso parmesano rallado (opcional)
Procedimiento:
- Cocer la pasta siguiendo las indicaciones del paquete.
- Cocer el brócoli al vapor. (Foto 1)
Foto 1 - Mientras tanto utilizando una picadora eléctrica, triturar las almendras y los ajos. (Foto 2)

3. En una sartén, poner el aceite de oliva a calentar y agregar las almendras y ajo triturados. Sofreír por unos minutos a fuego bajo revolviendo con una cuchara de madera cuidando que las almendras no se tuesten. (Foto 3)

4. Agregar a la sartén, el brócoli que ya tenemos cocida al vapor. Revolver hasta obtener una mezcla homogénea. Retirar del fuego. Sazonar al gusto.

5. Agregar la mantequilla sobre la pasta previamente cocida y escurrida. Sazonar con sal y pimienta.
6. Añadir sobre la pasta lo que tenemos en la sartén (brócoli, almendras y ajos) y revolver bien hasta que se incorpore completamente con los fideos.
7. Servir y agregar queso parmesano (opcional).
CONSUME MÁS BRÓCOLI:
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