Puedes decirle un millón de veces a una persona que la forma en la que se alimenta es dañina y destructiva sin conseguir que ésta modifique sus hábitos.   Lo que tú comes NO define tu identidad ni tu condición aunque puedes sin duda alguna, ver sus efectos reflejados en tu salud física; sin embargo, lo que tú piensas que ERES es lo que determina tu manera de proceder en todas las áreas de tu existencia. Los verdaderos cambios en la vida no comienzan desde afuera: Ocurren en tu interior y desde ahí comenzarás a tomar las decisiones necesarias para alimentarte sanamente.