Hoy fuimos con la familia al Mercado Central («Central Market») que está a una hora de la ciudad donde vivimos. Fuimos a comprar algunas cosas para cocinar que no se consiguen en cualquier tienda. Cuando llegamos, el lugar estaba abarrotado y es que comer sano no es una moda en estos tiempos, sino una imperiosa necesidad a la que muchos estamos despertando día a día. Es emocionante descubrir que existen muchas opciones de productos para consumir en casa, que contribuyen a una buena nutrición y sin tantos químicos.
No es que no haya productos a nuestro alcance que sean saludables, solo hay que buscarlos en el lugar correcto.
Estamos despertando al hecho de que lo comercial es lo que «VENDE», pero no necesariamente lo más sano ni lo más conveniente. Lo que de momento podemos ver como «más caro» $$, en relación a nuestro presupuesto, precisamos mirarlo en la perspectiva de que se trata de nuestra salud y nuestro bienestar. ¿Cuánto cuesta tu salud? ¿Cuánto cuestan los tratamientos médicos para remediar problemas graves y no se diga la atención en las emergencias?
Invertir VS. Remediar
Muchas veces hemos abrazado la idea de que comer sano es difícil; lo que estamos comprobando es que es VIABLE cuando solo nos disponemos a dar el primer paso, en la consciencia de que estamos en un proceso (no en una dieta) que vale la pena , porque se trata de nuestras vidas.
Mientras escribía esta nota, mi hija adolescente se hizo de cenar. Les comparto la foto de lo que ella misma se preparó por gusto. Nuestros hijos comienzan a tomar decisiones con respecto a su bienestar conforme participamos junto con ellos de caminar esta aventura.
No necesitamos obligar a nadie para que quiera comer sano, solo precisamos ser suficientemente inteligentes para facilitar y provocar que pueda mirar sus beneficios.