Bailando bajo la lluvia

En algún momento de esta travesía ha pasado por mi mente la idea: «Me está lloviendo sobre mojado», sin embargo, en poco rato me veo recapacitando a la realidad de que la lluvia es un fenómeno natural, al que todos – sin excepción – estamos expuestos.

La gran diferencia está en lo que YO elijo VER cuando la tormenta arrecia.

Mientras alguien puede ver su día arruinado por un aguacero, yo estoy apreciando otra versión de los hechos. Descubro que el sonido de la lluvia tiene un ritmo, que la fuerza del viento marca las notas de una melodía y que las ramas de los árboles orquestan la armonía de una canción que me hace BAILAR.

Desde los consultorios médicos, hospitales y la cocina, mi marido y yo estamos aprendiendo a movernos juntos a diferentes ritmos celebrando cada día la bendición de estar vivos, la oportunidad de aprender un nuevo estilo de vida y el privilegio de poder hacer extensiva esta experiencia a otros, que se encuentran en circunstancias parecidas a las nuestras.

No se puede bailar y repelar a la vez….. Necesitas ubicarte.

De la rumba a la cumbia, del merengue a la bachata vamos entendiendo que siempre hay algo nuevo y que el proceso de aprendizaje continua para nosotros disfrutando de la plenitud que nos es dada. Esta es la música que hace nuestra celebración más interesante.

Bailando así es como se me ocurren muchas de las ideas para cocinar que posteo en este blog (otras las encuentro en Pinterest) 🙂 Una de estas recetas, es la ensalada que aquí te comparto, que según mi comensal favorito, ésta se volvió su favorita.

ENSALADA DE INVIERNO

Ingredientes:

Mezcla de hojas verdes orgánicas que tú elijas (Yo utilicé: Lechuga romana roja, Tango de Hoja, Arúgula, Acelga, Lechuga hoja de roble, Hojas de remolacha, Mizuna)