No es novedad para ninguno el hecho de saber que el ejercicio tiene una función muy importante en el desarrollo y mantenimiento de nuestra salud. Lo que es novedad, es el hecho de que alguien haga caso de este consejo, decida dar el primer paso y se discipline en permanecer en esa rutina.
Estoy aprendiendo que la buena alimentación por sí misma, te dará sus beneficios hasta un cierto nivel; el resto está destinado a los resultados positivos que el ejercicio constante produce.
Algunos le llaman a esta relación la regla 80%-20% (80% alimentación – 20% ejercicio). No me interesa discutir tanto la proporción que hay entre ellos como el hecho de que el uno se complementa con el otro. Por esto, no es suficiente ir al gimnasio con regularidad ignorando la forma en la que te alimentas, ya que estarás limitando los beneficios para tu salud.
El médico especialista que da seguimiento a la condición de mi marido, nos ha indicado que la meta del ejercicio (3 – 4 veces por semana) no puede ignorarse dentro de nuestra transición a un estilo de vida saludable. Como aquí nadie tiene prisa, nos seguimos moviendo paso a paso en esa dirección, vislumbrando a corto plazo el que mi comensal favorito y yo seamos compañeros de gym.
Tal y como sucede con la comida, la determinación de comenzar a hacer ejercicio de manera regular, solo puede ser resultado de una decisión individual.
Durante algún tiempo, me paré «hasta de cabeza» tratando de convencerle, sin mucho éxito por supuesto… Ahora tengo clarísimo que esta postura solo empeora las cosas. Mientras continuo con regularidad participando de mi rutina de ejercicios en el gym, mi esposo sigue adelante con su proceso en la comprensión de lo que la SALUD INTEGRAL implica.
Mientras tanto, te comparto tres puntos que me animan a permanecer visitando el gym (¡aunque mi cuerpo me grite a veces que no tiene ganas!):
- El tiempo en el gym es un tiempo para invertir EN MI. Con una agenda tan llena de asuntos, me resulta muy alentador saber que separo un tiempo del día por la mañana para pasarla conmigo misma. Mientras estoy en la máquina de caminar aprovecho para escuchar mi música favorita, para meditar, para re-ordenar mis ideas, para escuchar mensajes de videos que contribuyen a mi bienestar etc. El solo hecho de desconectarme de mi casa – oficina y sentir que puedo estar en «la-la-land» ja ja ja…. es para mí una excelente motivación.
- He descubierto que hacer ejercicio me resulta una forma maravillosa para desestresarme y pensar con mayor claridad. Conforme paso tiempo caminando sobre la máquina, me enfoco en que vale la pena lo que hago porque YO VALGO. No estoy sufriendo el esfuerzo, lo estoy disfrutando. Es aquí donde surgen muchas ideas y estrategias para poner en marcha durante mi día.
- Estoy comprobando los beneficios de hacer ejercicio. Esa sensación de andar «arrastrando las cobijas» durante el día es horrible. Cuando hago ejercicio por las mañanas, es como si esto se desvaneciera como «por arte de magia», uno experimenta un nivel más alto de energía y vitalidad. Además de que puedes notar que es más fácil bajar ó mantenerte en el peso adecuado, lo cual agrega un PLUS a esta rutina.
Visitar el gym no es sinónimo de martirio; más bien es cuestión de enfoque y de determinación. Atrévete a comprobar los beneficios que trae el elegir hacer de tu salud, una prioridad.