🙂
Era momento de hacer la cita para la próxima serie de estudios médicos para un chequeo de la condición de mi esposo. La asistente que respondió mi llamada muy amablemente, procedió a tomar mis datos para darme fecha y hora. Lo primero que me preguntó fue: «¿El ultrasonido de su esposo es para proceder con un transplante de hígado?» De inmediato le respondí que no, a lo que ella asumió: «¿Entonces ya le hicieron un transplante de hígado»? Volví a decirle que no, y que hasta donde yo sabía la razón de realizar estos estudios solo eran para entender la causa de su condición. Terminé de darle mi información para agendar la cita, y cuando colgué me quedé fría por unos segundos pensando porqué me habrían cuestionado así.
Lo que viene a inquietarme descubro que tiene un único objetivo: Venir a provocarme para «sacudirme el polvo» de aquello que no me pertenece.
La temor y preocupación por algo que jamás los médicos han considerado en este escenario – como lo es un transplante- sencillamente NO CABE en mi realidad; pero me tomó unos minutos recuperarme y reubicarme para decirle que NO a esos pensamientos. El lugar donde mi esposo recibe atención médica es un Centro de Hepatología y Transplante de Órganos de la ciudad. Yo no estoy familiarizada con el protocolo que siguen quienes contestan el teléfono, que les indica identificar a los candidatos o portadores de un transplante para asignarles una cita.
Día a día vivo un bombardeo por lo que es INCIERTO que no puedo controlar; sin embargo, yo tengo la capacidad para elegir recibir ó no los efectos de ese hostigamiento.
Las circunstancias son algo ocasional; ser afectado por éstas es algo opcional.
A estos sucesos, le siguieron algunos cuantos. Acudimos a la cita programada, y al registrarse mi esposo en la entrada, nos metieron a un cubículo para firmar algunos documentos. Nos encontramos respondiendo otras preguntas: «¿Tiene usted un testamento ya creado?» Mi esposo dijo que Si. ¡Ah caray, no se supone que solo venimos a un estudio de ultrasonido de abdomen y análisis de sangre!! 😀 «¿Tiene usted un testamento médico donde exprese su última voluntad?» Los dos respondimos al mismo tiempo diciendo que NO. «En caso de que usted sea admitido en el hospital hoy, ¿qué tipo de cuarto quiere?» Yo no me quedé callada y le pregunté al asistente a qué se debían estas preguntas. Él nos comentó que necesitan tener registrado en los archivos estos documentos del paciente como regla, para ser tratados dentro de este Centro de Hepatología. ¡Créme que este bombardeo de rutina es suficiente para calentarle la cabeza a cualquiera!!
Lo que siguió a esto fue sentarnos en la sala de espera, pero ¿a dónde va mi mente después de todo esto que pretende ponerme los pelos de punta? Vez tras vez compruebo que yo estoy apoderada para ELEGIR. Escogí pasar el rato y saqué mi laptop, además de conseguirme por ahí un cafecito y una barrita de avena para completar el momento.
¿Te controlan los nervios a ti ó estás aprendiendo a ejercer autoridad sobre éstos?
Cuando llegó el turno de mi esposo, me dejaron acompañarle hasta cierto lugar pero él tuvo que entrar solo. Este fue quizá el tiempo más confrontador. Los estudios son para conocer la diferencia del estado de cirrosis después de un período de seis meses. La incertidumbre de lo que pueden resultar viene a querer tumbarme la puerta….. Otra vez. Ahí en mi silla, me puse los audífonos para escuchar música y comencé a hacer memoria de los beneficios vividos desde que inició para nosotros esta travesía.
No soy de plástico ni tengo nervios de acero, solo estoy descubriendo el poder que tiene cada decisión que tomo con respecto a mí misma. Pasaron cerca de 45 minutos y mi esposo salió con una sonrisa, como si le hubieran dicho que todo estaba bien. Me dijo que nunca habló quien le realizó el estudio, pero que él estaba tranquilo.
No existe otra manera para saber que esto es real, a menos que lo compruebes en tu vida, entendiendo que esto es un proceso, como lo es por ejemplo, aprender a andar en bicicleta ó en patines. Lleva tiempo y determinación el lograr el equilibrio y luego el aprender a mantenerlo.
No podremos saber con precisión la interpretación de los estudios hasta que veamos al especialista personalmente en su consultorio dentro de dos semanas. Mientras tanto, seguimos aquí sacudiéndonos el polvo, con la expectativa, de que todo el bien que nos ha seguido hasta hoy continua vigente y activo para nuestras vidas.
Definitivamente, Dios trabajando en el asunto, gracias a Dios por todo lo que has descubierto en El, sigo orando por toda esta aventura en Cristo, deseando seas fortalecida en gran manera y dirigida a hacer lo que Dios a puesto en tu corazon hacer. Recibe un fuerte abrazo🌼
Me gustaMe gusta
¡Gracias Rosy! Que así sea. Otro abrazo para ti.
Me gustaMe gusta