Cuando te enfermas es común pensar que estás enfrentando algo «malo», sin embargo en esa odisea es preciso poner en la balanza, que existen muchísimos aspectos positivos que nos hacen crecer y nos ponen frente a nuevas oportunidades. Las cosas NO «dependan del cristal con que se miran», sino de los ojos de quien está contemplando la realidad.
Lo malo de no poder comer lo que todos disfrutan, es sentir que te pierdes de lo «mejor», que estás fuera de lugar, ó que te han castigado de disfrutar de las delicias culinarias dentro de un festejo. Solo comenzarás a despertar a lo bueno, cuando seas capaz de ver más allá de lo que ven tus pupilas.
Mi marido y yo hemos elegido NO vernos limitados, sino siendo impulsados a conocer un nuevo mundo de sabores y colores en el que damos a nuestra salud el lugar que precisamos darle.
El beneficio más grande de vivir esto como un proceso de aprendizaje, es que nos posiciona para disponer del abanico de posibilidades al que tenemos acceso frente a cada reto con el que nos enfrentamos. No desperdicies tu tiempo viendo lo malo de lo «malo»; toma tu lugar, relájate y atrévete a participar de la aventura con nuevos ojos. ¡Vale la pena!
[…] Yo tengo un propósito – ¡Y lo estoy comprobando! El mismo propósito que está disponible para ti; conforme lo descubres, te convences de que no hay limitaciones sino oportunidades para crecer. […]
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