
Estamos viviendo cambios y todos ellos muy positivos. Mi comensal favorito sigue bajando de peso de acuerdo a las indicaciones médicas, lo cual sumado a esta transición en su alimentación, continúa llevando el nivel de las enzimas de su hígado casi a los niveles normales. Sin embargo, hay un cambio en particular que está impactándonos a ambos en medio de esta aventura, el cual está ocurriendo involuntariamente y contribuyendo a que no perdamos el rumbo que seguimos.
Mi marido fue fan # 1 del azúcar, aunque le cueste un poco reconocerlo. Los chocolates no podían faltar en nuestra alacena porque eran su postre favorito de casi todos los días, sumado a las sodas y bebidas endulzadas que eran un requisito indispensable para comer. Hoy me contó su anécdota más reciente: Tenía ganas de comer algo dulce y se le ocurrió agarrar uno de los chocolates que le regalaron a mi hija el día del Amor y la Amistad. Dice que el impacto inmediato en su paladar fue repulsivo y que tuvo que tirar el chocolate; ni siquiera pudo tragar lo que había probado. Contuve la risa mientras me contaba su historia, porque mis oídos no podían creer lo que estaban escuchando ja ja ja…… 😀 Lo curioso es que yo no le había dicho a él, lo que ha estado ocurriendo conmigo recientemente, lo cual coincide con su experiencia. Lo que antes consumía con agrado (bajo en azúcar) estos días comienza a saberme demasiado dulce.
La realidad es que la mercadotecnia y el consumismo están estructurados alrededor de generar una clientela cautiva que vuelve para satisfacer su adicción al azúcar.
Sí escuchaste bien, el azúcar es una adicción y no estoy exagerando.
Este «delicioso» producto, desata un dispositivo en tu cuerpo que genera dopamina en tu cerebro y activa algo que los científicos llaman: El sistema de recompensa. Esto provoca que en un tiempo determinado, tu sistema quiera regresar por más, al grado que no puedas parar. Por esa razón es tan difícil dejar de consumir azúcar. (Ver con detalle esto en el siguiente video)
El consumo tan alto de frutas y verduras en nuestra alimentación cotidiana durante estos cuatro meses, ha desencadenado algo así como un RESET (REINICIO) en nuestro sentido del gusto, y también en nuestro estómago, el cual nos deja saber claramente que no está muy de acuerdo cuando hemos comido una hamburguesa porque andábamos de prisa. No es que nos cause algún malestar realmente, pero la sensación posterior de pesadez, no resulta placentera.
¿Que resulta difícil salir de la adicción del azúcar? Absolutamente sí.
¿Que es imposible ser libre de ese verdugo? Absolutamente NO.
Puedo percatarme con nuestro andar de cómo nuestro mismo cuerpo va adaptándose, no solo a no desear sino a sentir repulsión por ciertos alimentos. No me mal entiendas…. ¡Nosotros todavía comemos pastel cuando es el cumpleaños de alguien en casa!!!! Je je je……. Y lo comemos con gusto. Sin embargo, lo que comemos A DIARIO, es donde en realidad está dándose el impacto mayor y yo me maravillo de la respuesta natural de nuestro cuerpo, para ya no pedir que se le meta más azúcar.
Hoy volvieron las bajas temperaturas por estos rumbos y el brócoli que tenía para hacer una ensalada, decidí cocinarla en una sopa calientita. Algo muy rápido, sencillo y del gusto de todos en casa. Aquí te va la receta:
RECETA DE CREMA DE BRÓCOLI CON QUESO
(Rinde 4 porciones aproximadamente)
Tiempo total de preparación: 25 minutos
Ingredientes:
- 4 tazas de brócoli picado en trozos pequeños (Yo utilicé una cabeza grande de brócoli completa)
- 1 cebolla pequeña picada finamente.
- 1½ tazas caldo de vegetales (yo utilicé caldo de vegetales orgánico y bajo en sodio)
- 2 dientes de ajo molidos
- 3 tazas de queso cheddar
- ¾ taza de crema para batir
- Sal y pimienta al gusto
- Cebollín (ó cebollino) picado para decorar

- Calentar una olla a fuego medio-alto y poner el caldo de vegetales, la cebolla, el brócoli y el ajo. Cocinar durante 5 minutos revolviendo.
- Una vez que comiece a hervir, cubrir y dejar cocer por 10 minutos.
3. Agregar la crema para batir y cocinar por 3- 5 minutos.
4. Por último, añadir el queso y revolver durante 1 – 2 minutos hasta que se suavice. Sazonar con sal y pimienta al gusto.
5 Servir inmediatamente. Decorar el plato con un poco de cebollín (ó cebollino) picado y más queso cheddar rallado.
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Dato interesante: En España una persona consume a penas un kilo de brócoli contra 36 kilogramos de azúcar al año. Checa aquí sus propiedades:
Qué es el caldo de vegetales?
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Hola Ruth. Aqui en Estados Unidos venden en la tienda el caldo de pollo en caja y la opción de caldo de vegetales. Cualquiera de los dos funciona bien.
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Gracias soy de Costa Rica creo que aquí no lo venden en esa presentación pero puedo hacerlo 😉
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Si rienes que escoger y no eres vegetariana, el caldo de pollo le da mejor sabor. Gracias por visitar mi espacio.
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