Algo está pasando en el pasillo de las pastas dentro de las tiendas. Lo que antes comúnmente eran fideos amarillos elaborados con semolina (una harina refinada muy gruesa en la que se conservan trocitos de trigo duro) como su principal ingrediente, hoy se tornan a una variedad que me sigue sorprendiendo. Hay pastas hechas de lentejas, de arroz, quinoa y hasta de alcachofas con espinacas.
Los productores están despertando al hecho de que los consumidores estamos cada día levantándonos del letargo en el que pensábamos que comer pasta tradicional y comercial (con harinas refinadas) no tenía mayores implicaciones para la salud. A nosotros no nos cayó el veinte, hasta que el hepatólogo nos prendió el foco eliminando las harinas refinadas de nuestra lista de alimentos permitidos. Yo era fan #1 de la comida italiana y tener que despedirme de las pastas me causó un conflicto que luego entendí que tenía solución, porque no éramos los únicos descubriendo los problemas de salud ocasionados por consumir esas harinas.

«Ojos que no ven, corazón que no siente» dice el dicho coloquial. Pero un corazón que recibe la vista tiene la capacidad de considerar las alternativas disponibles para aprender, re-crear recetas antiguas y experimentar con algunas nuevas.
Todo comienza con TOMAR LA INICIATIVA DE leer la información nutricional y descripción de ingredientes de los paquetes de pasta que compras,…….. y luego tratar de entenderlo. ¡si se puede!
A mí no me importó hacer esta parte, hasta que nos topamos con pared: El diagnóstico de cirrosis hepática. Una pared que no vino a obstaculizarnos el camino, antes vino a abrirnos uno nuevo.

Por otra parte está que el precio de un paquete de estas pastas, es hasta de tres veces más que el valor de un paquete de pasta de harina refinada. Cualquiera lo piensa dos veces antes de hacer este tipo de compra. Sin embargo, esto es otro elemento que me pone a pensar qué carambas estamos comiendo que su producción resulta tan barata. Nosotros hemos reducido considerablemente el consumo de pastas ya que mantener el peso ideal, es otro factor que influye en la salud de mi comensal favorito. De hecho esta es la primera vez que publico una receta usando este ingrediente. Este «Spaguetti Verde» ha sido una tradición en mi casa desde hace varios años y no fue hasta que encontré esta pasta de quinoa y maíz orgánico que no me animé a integrarla a mis recetas en esta nueva etapa. (Ver foto de arriba. Yo utilizo el paquete verde que dice «Super Grains Pasta» – Sn Gluten)
RECETA DE SPAGUETTI VERDE
INGREDIENTES:
- 1 Lb (500 grs.) de Spaguetti de Quinoa y Maíz orgánico (Super Grains Pasta – Marca Ancient Harvest – Libre de Gluten)
- 2 tazas de crema ácida ó de yogúr griego
- 1/2 queso crema tipo philadelphia
- 5 chiles poblanos asados y desvenados
- 1 cucharada de caldo de pollo en pasta (orgánico y bajo en sodio)
- 2 cucharadas de ghee ó mantequilla
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/4 cebolla blanca
- 2 dientes de ajo
Procedimiento:
- Precalentar el horno a 375º F (180 grados C).
Así queda el agua donde cocinas la pasta de quinoa y maíz orgánico - Cocer la pasta agregando al agua dos cucharadas de aceite de oliva, el ajo, la cebolla y sal. Seguir las instrucciones de cocción de acuerdo al paquete. Con la pasta que yo utilizo, el agua se torna del color que puedes apreciar en la foto.
- En la licuadora, poner los chiles poblanos, el queso crema, la crema ácida (ó yogúr griego), el caldo de pollo en pasta. Licuar hasta que tenga una consistencia uniforme.
4. Una vez cocida la pasta, colocarla en un refractario de vidrio. Añadir la mantequilla ó el ghee. Sazonar con sal y pimienta al gusto.
5. Agregar esta mezcla de chile poblano encima, mezclando de tal forma que todo se incorpore.
6. Cubrir con papel aluminio y hornear por 20 minutos.
7. Servir y disfrutar.
Notas sugeridas: