La felicidad supuesta es una evasión de la realidad que te impide gozar de la VIDA. 

«Si yo pudiera», «Si yo tuviera», «Si yo hubiera» son frases que aunque  suenan bien intencionadas frente a eventos que nos parecen irremediables, son una lápida a cuestas de la persona que las acoge. En la cocina, suele sucederme que pienso en hacer alguna receta, y luego descubro que se me terminó alguno de los ingredientes que necesitaba.  No me gusta mucho cambiar las recetas, y aunque de vez en cuando suelo meter sustitutos para salir del paso, me encuentro a mí misma diciendo: «Si yo hubiera tenido este ingrediente, no hubiese obtenido ese resultado».

Abrazar la felicidad supuesta y darle cabida en las actividades de la vida cotidiana,   es como traer una piedra en el zapato;  nunca podrás caminar firme, ni por un largo tramo.

Conforme avanzo en esta aventura que vivo con la salud de mi marido, me doy cuenta de que en la medida en la que me ubico en el presente, para VALORAR, DISFRUTAR y PROYECTAR lo que tengo EN MANO,  puedo en realidad obtener los mayores beneficios de cada uno de los eventos que vivo. Es así como he inventado algunas de las recetas que más les gustan en casa.  Les digo a mi marido e hijas «Esto se llama:  De-Todo-Lo-Que-Encontré-En-El-Refri»  😀

Consciente de que no puedo estar en ambos lados a la vez (la felicidad supuesta y el presente), dejo atrás definitivamente a los «SI YO TUVIERA»,  para darle la bienvenida a  los «SOY FELIZ POR QUIEN YO SOY Y POR LO QUE SE ME HA DADO.» 

Esta receta no la inventé yo, pero está muy rica. Las alcachofas son algo que he querido aprender a cocinar y la receta que probé esta vez, fue comprando los corazones de alcachofas congelados.. ¡Súper deli!

RECETA DE CHAMPIÑONES RELLENOS DE ALCACHOFAS Y QUESO

NOTA: Si quieres puedes preparar únicamente la mezcla de alcachofas con queso, sabe deliciosa para botanear como dip.

Ingredientes: