Hoy fue un día especial.  Me convenzo de que los días especiales en mi agenda están hechos de lo que fluye de mi interior hacia afuera y no viceversa.

Por mucho que visitamos doctores y hospitales tengo que reconocer que no termino de acostumbrarme a la idea.  Las mariposas en el estómago aparecen conforme se acerca la fecha de regresar a una cita médica, que finalmente terminan por desvanecerse cuando es tiempo de salir de casa.   Esta tarde fuimos a escuchar la opinión del especialista con respecto a los últimos estudios realizados a mi marido. Sin embargo, el día de ayer fue necesario tomar algunas decisiones importantes conmigo misma cuando las mariposas hicieron su aparición. «Detrás de la raya, que estoy trabajando» es una expresión que resume bien lo que elegí hacer con todo lo que me abrumaba.

Estoy aprendiendo a marcarle los límites a los actores antagónicos en el escenario donde hoy me paro; y a indicarles la salida a los actores de reparto que no corresponden a la escena.

 Sí, el día de ayer fue difícil para mí pero el resultado del ejercicio valió la pena.  Una vez más compruebo que el director dentro de la obra de mi vida, no es otra persona, sino aquella quien escribe ahora esta nota.  No hago las cosas porque no tengo miedo, sino porque puedo delimitarle su radio de acción, y es así como me muevo un paso a la vez hacia la dirección correcta.  Yo sé quién soy. 

Las conclusiones del especialista del hígado fueron como un balde de agua fría en el día más caluroso del verano.   Sin poder ocultar su sorpresa ante la evolución del estado de mi marido, y los resultados de estos últimos estudios, aseveró  algo que todavía estoy procesando: La condición de cirrosis hepática es totalmente REVERSIBLE, y que el desarrollo de las várices esofágicas  -relacionadas a esta misma condición-,  estarán bajo completo control como efecto secundario.  Este escenario jamás se nos había presentado así por los médicos anteriormente y hoy por primera vez, se abre una cortina hacia algo que va mucho más allá del hecho de una «cirrosis controlada»,  nos pinta la perspectiva hacia un estado de REGENERACIÓN….. ¡Yay!!!

Esto no nos trae a ver la luz al final del túnel, sino a comprobar que se trata de vivir en la luz permanentemente aunque todo se vea completamente oscuro.

El médico hizo énfasis en que hemos hecho posible, lo imposible (el cambio de hábitos alimenticios). Y es que hoy más que nunca, podemos ver el impacto de haber comenzado esta transición hacia un estilo de vida saludable está pagando sus rendimientos gradualmente conforme avanzamos en esta aventura.  Dicen por ahí que «La meta no es llegar sino mantenerse» pero en realidad la meta es comprenderte en un proceso en el que tu salud es un ASUNTO INTEGRAL y tu avance, un paso a la vez. Seguimos aprendiendo cada día, abiertos a continuar incorporando nuevos elementos en cuanto a nutrición y  a aceptar nuevos retos, como lo es el integrar el ejercicio dentro de la rutina cotidiana.

Mi comensal favorito y yo damos el crédito completo al Autor de esta obra en acción, al Responsable de nuestras vidas, quien nos ha cesado de manifestar su amor y misericordia para con nosotros a cada instante: ¡Nuestro Papá! 😀 (Dios).

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